lunes, 4 de noviembre de 2019

Los coches eléctricos y de combustión podrían igualar sus precios en 2022

Los coches eléctricos y de combustión podrían igualar sus precios en 2022
Un coche eléctrico cuesta más que uno de combustión convencional. Eso es evidente. La duda es cuándo van a tener precios similares o si quiera si este momento llegará. La ministra para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, durante su intervención en el V Congreso Europeo del Vehículo Eléctrico, celebrado esta semana, comentó que hay estudios que señalan que la paridad entre ambas tecnologías llegará entre 2022 y 2025.

En algunos casos de uso, Ribera considera que ya existe esa igualdad por el ahorro económico que se genera durante la vida útil del coche. No obstante, también ayudaría a rentabilizar antes la inversión el hecho de que hubiera un programa sólido de ayudas, algo que no ocurre con el Plan Moves de incentivos a los vehículos alternativos.

La propia ministra reconoció que “los 45 millones de euros del Moves son sin duda insuficientes”, aunque sirven para mostrar la voluntad del Gobierno “de poner al alcance de todos servicios de movilidad” descarbonizados para lo que el vehículo eléctrico puede ser una oportunidad.

Además, la titular para la Transición Ecológica defendió que el transporte supone un 27% de las emisiones de los gases de efecto invernadero y que es muy difícil hacer que este sector reduzca la contaminación, aunque reconoció “el esfuerzo” de la industria para ofrecer vehículos con mayores prestaciones.

Por su parte, el CEO de la patronal del VE Aedive, Arturo Pérez de Lucia, anunció que desde el inicio de 2019 el precio del litio se había reducido un 10% y apostó por que en 2026 el precio de los eléctricos y de los convencionales podría equilibrarse, aunque recordó que ambas tecnologías podían ser complementarias.

Litio en Extremadura

En el encuentro, también intervino el responsable de Beeplanet Factory, Jon Asín, que insistió en la necesidad de dar una segunda vida a las baterías de los vehículos eléctricos porque informó de que por cada kWh del acumulador se generan 200 kilos de CO2. Es decir, con una batería de 62 kWh se emiten 12,4 toneladas de dióxido de carbono.

La reutilización y reciclaje de las baterías puede ser un buen negocio, pero la propia producción de este componente ya puede generar mucha riqueza, como recordó el director ejecutivo de Infinity Lithium —la empresa propietaria de San José Valdeflórez (Cáceres), la segunda mina de litio más grande de Europa—, Vicent Ledoux-Pedailles.

El directivo de la empresa australiana incidió en que se podría establecer un hub en Extremadura en torno a la electromovilidad, lo que supondría una gran creación de empleo.