viernes, 7 de septiembre de 2018

Los fabricantes piden medidas para renovar el parque en lugar de acabar con el diésel

Los fabricantes piden renovar el parque en lugar de acabar con el diésel
La 'guerra' contra el diésel vuelve a librar un nuevo capítulo. Hace unos días, el presidente Pedro Sánchez  avanzó en una entrevista concedida a la Cadena Ser que el anteproyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2019 contemplará un impuesto al diésel. En la entrevista, Sánchez justificó que las cuentas públicas del año próximo contemplen un impuesto al diésel —que no afectará a los profesionales del transporte— por el importante reto del cambio climático y porque el gasóleo es un combustible "altamente contaminante".

Esta medida ha querido ser contestada por la patronal de fabricantes de fabricantes Anfac, desde donde han señalado que las manifestaciones políticas en contra del diésel, en general, "no responden a la realidad actual de esta tecnología y son perjudiciales, tanto para las ventas y para los consumidores como para la consolidación y transformación tecnológica de las fábricas españolas y su liderazgo mundial".

Estas declaraciones, a juicio de la asociación, "generan incertidumbre" entre los ciudadanos y debilitan las ventas de vehículos diésel nuevos cuando lo más eficaz, para desarrollar políticas medioambientales de verdadero impacto, es actuar contra el parque automovilístico cada vez más envejecido. "El problema no es el diésel. Son los coches viejos que circulan por nuestras carreteras", destacó Mario Armero, vicepresidente ejecutivo de Anfac.

En este sentido, la asociación pide "prudencia, ponderación y diálogo" al Gobierno además de un enfoque integral para el sector de la automoción que recoja una fiscalidad nueva y más verde que fomente la renovación del parque; la armonización de las políticas de movilidad en todo el territorio español; el fomento del vehículo cero y bajas emisiones y el apoyo a las inversiones productivas, tecnológicas y de calado industrial.

Reducción de las emisiones

"Una posible subida de los impuestos al carburante diésel no puede estar justificada, en todo caso, por sus emisiones contaminantes. Los vehículos nuevos diésel emiten hasta un 84% menos de emisiones contaminantes NOx y un 90% menos de partículas que los automóviles de más de 15 años de antigüedad", señalan desde Anfac, que recuerda que la "constante innovación tecnológica" ha ayudado progresivamente a disminuir los límites de NOx y de partículas de los motores diésel hasta asimilarlos a los de gasolina.

"Los nuevos filtros de partículas, los catalizadores, la mejora de la aerodinámica y los sistemas de propulsión, entre otros sistemas, están contribuyendo a conseguir cada vez mayores reducciones. Además, gracias a las mayores exigencias introducidas por los nuevos reglamentos WLTP y RDE, las emisiones de los vehículos son más bajas, incluso en condiciones reales de circulación".

Sin embargo, y a pesar de esto, lamentan desde Anfac, "los anuncios sobre el diésel generan incertidumbre entre los consumidores, tanto entre los que acaban de adquirir un vehículo diésel nuevo como entre los que piensan comprar uno. Este combustible ha perdido seis puntos porcentuales de cuota de mercado en lo que va de año. Pero, además, los recién comprados están disminuyendo drásticamente su valor residual, con el impacto negativo que este descenso tiene tanto en los particulares como en las empresas. Este descenso de cuota revierte sobre todo en la compra de vehículos de gasolina, que han ganado casi cinco puntos porcentuales este año".

En este sentido, los fabricantes de vehículos destacan que "el incremento de ventas de estos automóviles, con mayores emisiones de CO2, impacta contra los objetivos de reducción de emisiones de CO2 y dificulta la lucha contra el cambio climático, una de las metas claves expresadas por el Gobierno".

Efectos en la producción

Por otra parte, estos vaivenes "bruscos" de la demanda también tiene, según Anfac, un efecto en las fábricas productoras de vehículos, que ensamblan más de 1,4 millones de vehículos diésel y dos millones de motores al año.

Anfac pide así trabajar "en una transición adecuada y no forzada hacia la movilidad cero y bajas emisiones con políticas apropiadas y con plazos razonables". En este sentido, han pedido la activación de los planes MOVALT y VEA y que se dinamice la figura del gestor de carga. De este modo, se estimulará la demanda de vehículo alternativo.

"Un mercado fuerte, con cuotas de mercado de vehículos alternativos en crecimiento, y unas fábricas competitivas y flexibles, adaptadas a las nuevas tecnologías, reforzarán la presencia industrial de España y atraerán nuevos modelos a sus líneas de producción, que ya contarán con versiones alternativas y tecnologías de futuro", concluye Mario Armero.