A pesar de los avances en movilidad sostenible y el auge de los coches eléctricos, un 54% de los conductores en España seguiría optando por un vehículo de combustión interna incluso si su precio se igualara al de un coche eléctrico. Esta es una de las principales conclusiones del “Estudio de la Movilidad del Futuro 2025” elaborado por Europcar Mobility Group y el Mobility Institute, cuyos resultados reflejan una realidad que desafía las expectativas del mercado.
El atractivo de la propiedad y la flexibilidad de otras opciones
El informe también destaca un cambio en la percepción sobre la propiedad del vehículo. Un 46% de los conductores todavía prefiere ser dueño de su coche, pero alternativas como el renting (34%), el alquiler (23%), la suscripción (20%) y el carsharing (17%) están ganando terreno, especialmente entre los jóvenes de entre 18 y 35 años y las rentas altas.
El modelo de suscripción es una de las opciones que más interés genera, con un 48% de los conductores dispuestos a probarlo a corto o medio plazo. Entre las razones principales destacan el ahorro en seguros, impuestos y mantenimiento (83%) y la flexibilidad para prescindir del coche cuando no sea necesario (80%).
La resistencia al coche eléctrico
El precio ha sido históricamente uno de los principales factores que frena la adopción del coche eléctrico. Sin embargo, incluso si se igualara el coste, más de la mitad de los conductores seguirían eligiendo un coche de combustión. Este dato revela que, más allá de la inversión inicial, existen otras barreras que dificultan la transición hacia una movilidad electrificada.
Uno de los mayores obstáculos sigue siendo la infraestructura. El 72% de los conductores considera que es fundamental ampliar la red de puntos de recarga, mientras que un 65% apunta a la necesidad de mejorar la autonomía de los vehículos eléctricos. Además, el 59% reclama menos trabas para la instalación de puntos de recarga en el hogar o el trabajo y un plan de incentivos más eficaz para la compra y el alquiler de estos vehículos.
La brecha económica en la transición eléctrica
El nivel adquisitivo también influye en la predisposición hacia los coches eléctricos. El 32% de las personas con rentas altas ha tenido la oportunidad de conducir un eléctrico, mientras que en la clase media este porcentaje baja al 23% y en la clase baja al 20%. De hecho, casi cuatro de cada diez hogares con un coche electrificado cuentan con ingresos superiores a los 3.000 euros al mes.
Aquellos que sí optarían por un modelo de 'cero emisiones' lo harían principalmente por el ahorro en combustible (55%), el mayor respeto al medio ambiente (40%) y la movilidad sin restricciones en zonas de bajas emisiones (40%). Sin embargo, aún queda camino por recorrer para lograr una transición masiva hacia la electrificación.
Hacia un futuro de movilidad mixta
Si bien la adopción del coche eléctrico sigue enfrentando barreras, el mercado de la movilidad está en constante evolución. El pago por uso se está consolidando como una alternativa cada vez más atractiva frente al modelo tradicional de propiedad, especialmente entre las nuevas generaciones.
No obstante, la realidad es que el coche de combustión sigue teniendo un peso significativo en la decisión de compra de los conductores españoles. La clave para el futuro de la movilidad sostenible estará en superar los desafíos tecnológicos y de infraestructura que hoy limitan el crecimiento del coche eléctrico y en ofrecer soluciones que se ajusten a las necesidades y expectativas de los usuarios.