Mantener el parabrisas en condiciones óptimas es clave para una conducción segura. Aunque las escobillas del limpiaparabrisas suelen llevarse todo el protagonismo, existe un segundo elemento igual de importante para garantizar una buena visibilidad: los eyectores, las pequeñas boquillas ubicadas sobre el capó que proyectan agua —o líquido limpiador— hacia el cristal. Su correcto funcionamiento depende de un sistema de tubos y una bomba eléctrica que, como cualquier otro componente del vehículo, puede sufrir averías.
A continuación, repasamos los fallos más habituales y sus soluciones, según los consejos técnicos de Reynasa Recambios, partner de ASBOC.
Los eyectores no proyectan líquido: suciedad o falta de uso
Una de las averías más frecuentes es la obstrucción de los orificios de los eyectores, ya sea por acumulación de suciedad o por largos periodos sin utilizarlos. Este fallo impide que el chorro salga con presión suficiente o directamente lo bloquea.
Soluciones recomendadas:
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Limpieza profesional con aire a presión. Permite despejar el conducto interno y eliminar cualquier residuo.
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Método casero con alfiler. Introducirlo suavemente en los agujeros del eyector ayuda a retirar la suciedad superficial. Es sencillo, pero requiere cuidado para no deformar la pieza.
Se activa el sistema pero no sale líquido: posible fallo de la bomba
Los eyectores funcionan gracias a una bomba eléctrica que impulsa el líquido desde el depósito hasta las boquillas. Si al accionar el sistema no sale nada, puede deberse a:
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Avería en la bomba eléctrica. Su sustitución es rápida y económica, pero debe realizarla un profesional.
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Depósito vacío. Una causa simple y muy común, que se soluciona rellenando con líquido limpiaparabrisas específico.
Fugas en manguitos y tuberías: otro origen habitual de fallos
El sistema incluye tubos y manguitos que, con el paso del tiempo, pueden deteriorarse, soltarse o agrietarse. Una fuga en cualquiera de estos puntos impide que el líquido llegue a los eyectores.
Diagnóstico y solución:
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Localizar la zona dañada.
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Sustituir el manguito o tubo afectado por uno nuevo.
Se trata de una reparación rápida y sencilla para cualquier taller.
El chorro apunta mal: problema de alineación
Aunque es menos común, puede ocurrir que los eyectores proyecten el agua fuera de la zona correcta del parabrisas. Los expertos recomiendan que el chorro caiga sobre la zona central o inferior del cristal, donde las escobillas pueden actuar de forma más eficaz.
La solución también es simple:
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Ajustar la orientación con un alfiler, moviendo ligeramente la boquilla hasta que el chorro quede correctamente alineado.
Pequeños componentes, gran impacto en la seguridad
Los eyectores del limpiaparabrisas suelen pasar desapercibidos, pero su función es esencial para garantizar una visibilidad adecuada en cualquier condición meteorológica. Su mantenimiento es sencillo, y detectar a tiempo estas averías ayuda a evitar problemas mayores.




