martes, 17 de enero de 2017

El etiquetado ecológico de los automóviles gana terreno

A mediados de 2016, la DGT ya empezó a enviar a los titulares de vehículos domiciliados en la Comunidad Autónomo de Madrid, la provincia de Barcelona y las ciudades de Granada, Valencia y Sevilla, una etiqueta adhesiva de color verde o amarillo en función del potencial contaminante de su vehículo. Un envío que Tráfico seguirá realizando este año al resto de provincias españolas.

En España se han hecho cuatro etiquetas diferentes: cero emisiones, eco, C y B. Con esta iniciativa se busca clasificar de una forma sencilla el parque automovilístico español en función de los niveles de contaminación que emiten.

Francia se suma a la iniciativa


Si tienes pensado viajar a Paris en coche esto te interesa, ya que desde el 16 de enero, tal y como informa Le Monde, sólo pueden circular los vehículos que tengan pegada en su parabrisas la etiqueta ecológica, conocida como Crit'Air y que informa acerca del nivel de polución que emite cada automóvil.

La medida, que afecta tanto a los residentes como a los visitantes, consta de seis etiquetas que van de la verde (para coches eléctricos o de propulsión con hidrógeno) a la gris (para los vehículos de la norma Euro 2) y son necesarias para circular entre las 8 de la mañana y las 8 de la tarde de lunes a viernes.

¿Dónde obtener la etiqueta?


Estas etiquetas para certificar la calidad del aire se pueden solicitar en la web www.certificat-air.gouv.fr a un precio de 4,18 euros. Circular por las calles de París sin este distintivo puede suponer una multa de 65 euros para los turismos y de 135 euros para los camiones, aunque el Gobierno francés ha anunciado que durante los primeros meses no se multará por ello.

Con esta medida París pretende regular también puntualmente el tráfico cuando haya picos de contaminación elevados en substitución de la circulación alternada (matriculas pares e impares).

Oslo prohíbe la circulación a los diésel


En la capital noruega, desde hoy y hasta el jueves, se prohíbe la circulación por las vías municipales con coches diésel, debido a los altos niveles de contaminación atmosférica. Una medida que si bien, es beneficiosa para la salud y el medio ambiente, ha enfadado a muchos conductores. No cumplir con la restricción puede suponer una multa de 1.500 coronas (166 euros).

Es la primera vez que Oslo aplica esta medida desde que el gobierno municipal aprobara una normativa hace unos meses.