viernes, 3 de febrero de 2017

¿Por qué se roban los catalizadores de los coches?

Recientemente agentes de la Guardia Civil, en el marco de la operación “LIPOVA”, han desarticulado en Valencia una organización presuntamente dedicada a robar catalizadores de vehículos en España y Francia.

Los catalizadores son unos dispositivos que forma parte del sistema de escape de los coches y cuya principal función es la de reducir la contaminación producida al expulsar los gases de escape al exterior. En turismos, esta pieza puede costar entre 300 y 800 euros mientras que en vehículos industriales alcanza un precio de entre 1.000 y 3.000 euros. Aunque estos ladrones no les interesaba la pieza en sí sino el metal obtenido tras triturarlos.

¿Qué tienen los catalizadores que tanto atrae a los ladrones?


Se puede decir que el catalizado es como una pequeña joya en bruto que tienen los vehículos ya que contienen metales preciosos muy valorados en el mercado negro.

Así, según señala la benemérita, el objetivo del robo era conseguir el platino, rodio y paladio del que están compuestos, para lo que trituraban los filtros de cerámica hasta convertirlos en polvo. Después, por medio de un proceso químico, separaban estos tres metales preciosos.

Estos metales alcanzan en el mercado un valor que ronda los 30 euros el gramo. La guardia Civil está investigado si estaban siendo comercializados en otros países de la Unión Europea o si los vendían a empresas de nuestro país

A los detenidos se le atribuye la comisión de 69 sustracciones de estas piezas y se investiga su participación en otras 200.

¿Cómo los robaban?


Las sustracciones se cometían en parkings abiertos y de fácil acceso. Los encargados de las labores de vigilancia solían estacionar sus furgonetas junto al vehículo "objetivo", mientras el resto del grupo cometía el robo de los catalizadores, utilizando para ello herramientas tipo radial o similar.

Una vez cometido el delito, transportaban el material sustraído hasta la nave industrial de Quartell, donde eran almacenados para realizar la separación de sus componentes, ha informado la Guardia Civil en un comunicado.

Al parecer la banda realizaba su actividad ilícita por distintos puntos de la geografía española (Valencia, Teruel, Zaragoza, Alicante, Castellón, Murcia, Albacete, Segovia) y habían llegado a actuar también en la localidad francesa de Perpingan.