viernes, 11 de mayo de 2018

Una base de datos europea para evitar la manipulación de odómetros

Una base de datos europea para evitar la manipulación de odómetros
La manipulación de cuentakilómetros en automóviles usados es una actividad delictiva que ocurre con más frecuencia de lo que debería y que conlleva consecuencias tanto económicas como de seguridad vial. Es tal la conciencia sobre la gravedad de esta práctica que, desde hace tiempo, los cuerpos de seguridad del Estado vienen poniendo en marcha numerosas operaciones para desmantelar todo tipo de redes delictivas dedicadas a esta actividad.

Sin ir más lejos, en España, casi dos millones de vehículos, de los 30 millones forman el parque automovilístico, presentan incoherencias en el kilometraje. De ellos, el 87% tienen más de diez años, según un estudio elaborado por Carfax y Ganvam. Por lo que se refiere a la Unión Europea, entre el 5 y el 12% de los automóviles usados en las ventas nacionales y el 30 y el 50% de los automóviles vendidos a través de la frontera tienen el odómetro manipulado.

Con el fin de minimizar estos efectos, y a pesar de que la llegada del coche conectado debería acabar con esta práctica, la Comisión Europa propondrá una normativa que estará lista para finales de año y con la que se pretende elaborar una base de datos abierta y transfronteriza para llevar a cabo registros nacionales que recopilen los datos de kilometraje de los automóviles, siendo estos accesible a través de las fronteras de la Unión Europea, según publica Motor Pasión.

En el proyecto de resolución votado por el Comité de Transporte y Turismo, los eurodiputados quieren que la Comisión permita un nuevo marco legislativo que podría proporcionar un beneficio anual de entre seis y nueve mil millones de euros.

De esta forma, los compradores de vehículos de segunda mano podrán verificar la precisión de la lectura de su odómetro independientemente del país de la Unión Europa en que se haya registrado originalmente.

Como ejemplo, se utiliza los casos de Bélgica y los Países Bajos, países donde las lecturas se recogen con mayor frecuencia, "lo que casi ha erradicado el fraude en los odómetros en estos países", según afirman los eurodiputados de la Comisión.

¿Cómo se podría hacer?

Para abordar este problema, se ha planteado la necesidad de poner en marcha estas bases de datos nacionales que puedan ser intercambiados entre distintos países, de forma que restablezca la confianza de los consumidores en el mercado de segunda mano.

En este sentido, EUCARIS, el sistema europeo de información sobre vehículos y permisos de conducir, podría utilizarse para este fin. De momento, facilita el intercambio transfronterizo de información sobre infracciones de tráfico, pero podría servir para intercambiar también lecturas de odómetros en la Unión Europea.