miércoles, 22 de mayo de 2019

La conducción autónoma aún está 'verde': nuevo accidente mortal

La conducción autónoma aún está 'verde': nuevo accidente mortal
Las autoridades estadounidenses revelaron hace unos días que el sistema Autopilot, de conducción autónoma, controlaba el Tesla Model 3 que se estrelló el pasado 1 de marzo en Florida (Estados Unidos) causando la muerte a su conductor.

Un informe preliminar del Consejo Nacional para la Seguridad en el Transporte (NTSB, en inglés) dado a conocer concluye que el conductor del vehículo activó el Autopilot, que proporciona funciones de conducción automática, 10 segundos antes del impacto.

El documento también señala que Autopilot no detectó las manos del conductor en el volante en los últimos ocho segundos y que no realizó maniobras evasivas para evitar el choque contra un camión, cuando el Model 3 circulaba a 68 millas por hora (109 km/h) en una área donde el límite era de 55 millas por hora (88,5 km/h).

En respuesta a la difusión del informe, Tesla ha vuelto a defender su sistema de conducción automática. "Los conductores de Tesla han registrado más de mil millones de kilómetros con el Autopilot activado y nuestra información muestra que cuando es utilizado de forma apropiada por un conductor atento que está preparado para tomar el control en todo momento, los conductores con Autopilot son más seguros", aseguró la compañía.

El Model 3 2018 y el camión circulaban por una autopista. En el momento del impacto, el camión estaba cruzando carriles y se interpuso en el camino del Model 3, que se empotró contra los bajos del camión y el techo del Model 3 se desprendió.

Cuarta muerte conocida

Esta muerte es la cuarta conocida en vehículos de Tesla con el sistema automático activado (tres en Estados Unidos —el segundo, hace poco más de un año— y una en China) y el accidente es muy similar al ocurrido en 2016 también en Florida, cuando un Model S se estrelló contra la parte trasera de otro camión.

Entonces, la Administración Nacional para la Seguridad en la Carretera apuntó que el sistema de frenado automático de emergencia (AEB, por sus siglas en inglés) del Tesla no se activó y que el conductor "no frenó, maniobró o tomó ninguna otra medida para evitar la colisión".

El informe añadió que la investigación "no identificó ningún defecto en el diseño o el rendimiento del AEB o Autopilot", aunque también consideró que a la muerte del conductor contribuyó la falta de 'salvaguardas'. Tras el informe del accidente en 2016, Tesla afirmó que había realizado cambios en los sensores de Autopilot para detectar mejor los objetos.