martes, 23 de junio de 2020

Desinfección e higienización con ozono: Reynasa enumera las diferencias de estos dos procesos clave para el taller postCovid-19

Generar confianza al cliente, asegurándole e incluso dándole pruebas de que su vehículo ha sido completamente desinfectado y está libre de cualquier virus o bacteria, especialmente el Covid-19, se ha convertido en un servicio esencial para el taller.

Ahora bien, para llevar a cabo este proceso hay distintas formas, pudiendo encontrar en el mercado diferentes soluciones realizar este procedimiento de forma segura y eficaz.

En este sentido, Reynasa, partner de Asboc ha publicado un artículo en su web en el que enumera las diferencias que existen entre los dos procedimientos más utilizados, como son la desinfección con diferentes productos y la higienización con ozono.

El proceso de desinfección

En realidad, ambos procedimientos pueden calificarse como procesos de desinfección, aunque el auge de las máquinas de ozono ha conllevado que su procedimiento se conozca más por higienización.

En el caso de la desinfección, afecta al sistema de climatización y se emplean bactericidas que cumplan la norma EN1276S y fungicidas acordes a la normativa EN1650. Esta fase de uso de productos bactericidas y fungicidas se completa en aproximadamente 10 minutos.

Posteriormente, se sigue con la segunda etapa del proceso, en la cual ya se emplean virucidas que cumplan la norma EN14476. Antes de aplicarlos, es necesario quitar el filtro del habitáculo para que no se dañe en el proceso, el cual finalizará tras unos 10 minutos.

Higienización con ozono, en auge

La higienización ha cobrado especial importancia en la era postcoronavirus. Se realiza mediante máquinas de ozono o generadores de ozono, cuya eficacia se basa en el uso del ozono como un higienizante natural, rápido y eficaz para eliminar todo tipo de microorganismos en alimentos, agua, aire y superficies.

Además, tiene una ventaja añadida, que elimina los malos olores dentro del habitáculo, incluso los más difíciles de eliminar como el tabaco.

Sin embargo, ahora es un procedimiento muy demandado. En el se emplean aproximadamente unos 20 minutos y que requiere de una completa ventilación del interior antes de su entrega al cliente, pero que no necesita que se quite el filtro del habitáculo, a diferencia de la desinfección.

Ambos procedimientos son, en todo caso, recomendables para desinfectar el vehículo. Son capaces de llegar a los puntos más inaccesibles del vehículo y en los que pueden proliferar virus y bacterias.

¿Cada cuánto se necesita desinfectar? Ello dependerá de las personas que suban al vehículo de forma regular y sus posibilidades de contacto con el virus, pero es un servicio recomendable realizar de forma frecuente.

Puedes leer el artículo en la web de Reynasa pinchando este enlace.