martes, 28 de diciembre de 2021

Consejos prácticos de Reynasa para el trabajo de chapa y pintura en invierno

Las bajas temperaturas de los meses de invierno suponen uno de los factores que más condicionan el trabajo para los profesionales de chapa y pintura. No es solo el frío, en locales generalmente abiertos y con cierta humedad, sino que los materiales que se emplean o los procesos que hay que llevar a cabo en el día a día quedan condicionados por las bajas temperaturas, por lo que es necesario adaptarse a las condiciones climatológicas para lograr resultados óptimos.

Consejos prácticos

En este sentido, Reynasa ha publicado un post en su blog en el que ofrece algunos consejos prácticos para el trabajo de chapa y pintura en invierno en los talleres que realizan trabajos de reparación de carrocería.

Almacenamiento y viscosidad

La primera de las recomendaciones es prestar especial atención a la temperatura en determinados materiales. Por ejemplo, los barnices que tienen que cumplir con la legislación VOC:
Deben almacenarse con temperaturas superiores a 20ºC, para que se pueda garantizar tanto su óptima viscosidad como su capacidad de pulverización.

Además, resulta fundamental proteger los productos de base agua de las heladas, teniendo en cuenta que en el repintado intervienen muchos procesos químicos que pueden quedar alterados con temperaturas bajas.

Otra recomendación a tener en cuenta es prestar atención a la viscosidad de la pintura, que puede aumentar con temperaturas frías.

En la mayoría de los casos, el problema es simplemente que la pintura está demasiado fría, pero no es la solución aplicar diluyente, ya que puede ocasionar defectos posteriores como el efecto piel de naranja.

Ni tampoco es recomendable tratar de rectificar este defecto con otras capas de pintura, ya que se pueden causar burbujas y bajadas de brillo.

Limpieza y temperatura de la carrocería

La temperatura no solo afecta a los productos de pintura, sino también a las carrocerías de los automóviles.

Si están muy frías, puede crearse una película de humedad en la superficie cuando el vehículo se caliente. Esto puede crear problemas en la aplicación y en la adherencia de la pintura y ocasionar defectos a largo plazo, como por ejemplo ampollas.

Así, atemperar la carrocería es el tercer consejo práctico para los talleres de la especialidad en invierno, mientras el cuarto tiene que ver con la limpieza.

Hay que tener en cuenta que para que no se produzca hielo en la carretera se emplea sal en el asfalto, la cual puede depositarse en la carrocería y causar defectos como la formación de ampollas.

Por ello, dedicar unos minutos a limpiar la carrocería garantizará la calidad en el trabajo de reparación.
Eso sí, hay que tener en cuenta que los residuos de sal sólo se disuelven en agua, por lo que deben ser eliminados con un limpiador base agua.