La industria automovilística en España continúa desafiando las expectativas, al producir un volumen de vehículos que triplica el de otros países europeos con un mayor número de plantas. Según datos recientes, se fabricaron en el país 1.613.618 vehículos en los primeros ocho meses del año, superando con creces las cifras de países como Francia, Italia, Reino Unido y Turquía.
Calidad sobre Cantidad
José López-Tafall, director general de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), califica el desempeño de la industria automovilística española como un "milagro industrial". Este 'milagro' no es fruto de la casualidad, sino el resultado de un enfoque estratégico que prioriza la calidad de producción sobre la simple cantidad de fábricas. España, pese a tener menos plantas de fabricación en comparación con otros gigantes industriales de Europa como Alemania, Francia o Italia, ha logrado un volumen de producción que los supera en múltiples ocasiones.
La clave de este fenómeno, según López-Tafall, radica en dos pilares fundamentales: la calidad productiva y un fuerte diálogo social entre empresas y sindicatos. Este ambiente colaborativo ha fomentado la paz laboral, lo cual, a su vez, ha facilitado la llegada de nuevas inversiones y modelos de automóviles para fabricar en el país
Para contextualizar, España cuenta con 16 factorías de automóviles, según el último informe de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA). En comparación, Alemania dispone de 54, el Reino Unido tiene 36, y Francia cuenta con 31. Sin embargo, cuando se trata de la producción de vehículos, España registró 2.205.000 vehículos en 2022, casi dos veces más que Francia y cerca del triple que Italia.
El factor logístico y la formación profesional
López-Tafall también señala varios componentes cruciales que contribuyen al rendimiento excepcional de España en la fabricación de vehículos. Primero, destaca la avanzada capacidad logística del país, que permite una distribución eficiente tanto a nivel nacional como internacional. Este factor se ve reforzado por un sólido parque de proveedores, que garantiza un suministro constante y de alta calidad para la producción.
En segundo lugar, López-Tafall pone énfasis en la importancia de la formación profesional dual en España. Este modelo educativo, que combina el aprendizaje en el aula con la experiencia práctica en la industria, facilita la adaptación rápida de los trabajadores a las nuevas tecnologías y métodos de producción. La formación profesional dual no solo ofrece una formación altamente especializada, sino que también garantiza que la fuerza laboral esté alineada con las necesidades cambiantes y las innovaciones tecnológicas en el sector automovilístico. Este enfoque integral, que combina logística, suministro y formación, es lo que permite a España sobresalir en un campo tan competitivo.
