miércoles, 4 de octubre de 2023

Volvo anuncia el fin de los motores diésel a partir de 2024


En un movimiento audaz hacia la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático, Volvo ha fijado un plazo definitivo para abandonar la fabricación de coches diésel. A partir del próximo año, la emblemática marca sueca dejará de producir versiones a gasoil de sus modelos, con un objetivo claro en mente: "Para 2030, venderemos exclusivamente vehículos eléctricos puros y, para 2040, seremos una empresa neutral desde el punto de vista climático", declaró un portavoz de la compañía durante la Semana del Clima en Nueva York.

Esta decisión marca un hito significativo en la industria de la automoción y refleja la creciente conciencia sobre la necesidad de reducir las emisiones de carbono y mejorar la calidad del aire en las ciudades. En un momento en que la movilidad sostenible se ha establecido como una tendencia para el futuro, Volvo está liderando el camino hacia un futuro más limpio y ecológico.

La transformación de Volvo comenzó en serio cuando, en noviembre de 2022, la compañía se desvinculó de Aurobay, su empresa conjunta encargada de desarrollar motores de combustión interna. "Ya no destinaremos ni un solo euro de nuestro presupuesto de I+D al desarrollo de nuevos motores de combustión interna", anunciaron en ese momento. Esta decisión estratégica sentó las bases para el ambicioso plan de electrificación de la marca.

Hace solo unos años, en 2019, la mayoría de los vehículos de Volvo vendidos en el mercado europeo estaban equipados con motores diésel, mientras que los modelos electrificados eran una rareza. Sin embargo, la demanda del mercado cambió drásticamente, impulsada por regulaciones más estrictas en cuanto a emisiones y la creciente conciencia ambiental. En respuesta, Volvo ha redirigido su enfoque hacia la electrificación, y los resultados son notables.

En la actualidad, la mayor parte de las ventas de Volvo en Europa corresponden a vehículos totalmente eléctricos o híbridos enchufables. Este cambio en la preferencia del consumidor subraya la evolución hacia una movilidad más sostenible y amigable con el medio ambiente.

Volvo también destaca los beneficios de esta transición para la calidad del aire urbano. A pesar de que los motores diésel emiten menos dióxido de carbono (CO2) que sus contrapartes de gasolina, liberan más gases perjudiciales, como el óxido de nitrógeno (NOx), que afectan negativamente la calidad del aire, especialmente en áreas urbanas densamente pobladas.