En España, uno de cada tres vehículos que ingresan a un taller tiene más de 10 años, una cifra considerablemente superior a la media europea, que se sitúa en el 23%. Este dato, proporcionado por la compañía tecnológica Solera en el marco de ExpoGanvam en Madrid, pone de relieve el envejecimiento del parque automovilístico español y sus implicaciones en el sector de la posventa.
El envejecimiento del parque vehicular tiene efectos directos sobre las reparaciones y el coste de las mismas. En Europa, más de la mitad de las reparaciones superan los 1.200 euros, mientras que en España sólo el 28% de las operaciones rebasan esta cifra. La mayoría de las reparaciones en el país (52%) oscilan entre los 300 y 1.200 euros, lo que refleja que las intervenciones en vehículos más antiguos suelen ser menos costosas que en el resto del continente.
Además de las diferencias en los costes, otro aspecto relevante es la naturaleza de las reparaciones. España lidera en términos de reparabilidad, un indicador que mide la sostenibilidad en el taller. En promedio, en nuestro país se reparan más piezas (2 frente a 1,3 en Europa) y se sustituyen menos (5 frente a casi 9 en Europa). Este enfoque hacia la reparación en lugar de la sustitución es clave para la sostenibilidad en el sector y también puede estar relacionado con la antigüedad de los vehículos que requieren mantenimiento.
Sin embargo, la antigüedad del parque automovilístico no sólo impacta en los talleres. También plantea desafíos para la renovación del parque, un problema que, junto con Portugal, España comparte como "talón de Aquiles" en comparación con otros países europeos. Aunque en los últimos años el número de matriculaciones ha crecido en unas 300.000 unidades anuales, esto no ha sido suficiente para reducir la edad media de los vehículos en circulación.
Otro factor a tener en cuenta es el predominio de los vehículos diésel, que aún representan el 60% de los automóviles en circulación, mientras que el 34% funcionan con gasolina. Esta distribución de combustibles sigue "alargando la vida" de los vehículos de combustión interna y retarda la renovación hacia modelos más sostenibles, como los híbridos o eléctricos.
Finalmente, José Luis Gata, Business Development Manager de Solera, ha destacado que la cantidad de vehículos de más de 15 años supera ya a los de menos de 10. Ante este escenario, aboga por la reintroducción de ayudas al achatarramiento, especialmente dirigidas a los más de 7 millones de vehículos sin etiquetas medioambientales. Estas ayudas podrían complementarse con incentivos económicos que permitan a los conductores dar el "salto de etiqueta" y adquirir vehículos más sostenibles.