La distribución independiente de recambios para automoción ha comenzado 2025 con un rendimiento muy por encima de las previsiones. Según el último Informe de Actividad Trimestral de Ancera, el sector ha registrado un crecimiento del 7% en el primer trimestre respecto al mismo periodo de 2024, consolidando así una tendencia positiva en el canal posventa.
Este aumento supera las expectativas iniciales del sector, impulsando la confianza de los actores clave en el mercado. Más del 93% de los distribuidores encuestados por Ancera afirman haber experimentado un crecimiento durante este periodo, lo que confirma la buena salud del sector en este arranque de año.
Factores clave: más kilómetros, más recambios
Carlos Martín, secretario general de Ancera, destaca que "el sector muestra un crecimiento sostenido y una evolución estable", lo que refuerza unas perspectivas optimistas para el resto del año. En este sentido, se espera que 2025 cierre con un incremento global del 5% en la actividad, y que la tendencia se mantenga también en 2026.
Entre los factores que están impulsando este crecimiento se encuentra el aumento del kilometraje medio de los vehículos, lo que naturalmente incrementa la necesidad de mantenimiento y sustitución de componentes.
Retos que siguen sobre la mesa
A pesar de este arranque positivo, el sector no está exento de desafíos. Según Martín, la incertidumbre geopolítica, junto con la presión sobre los márgenes y los costes operativos, plantea un entorno de negocio que exige máxima atención.
Además, los distribuidores deben adaptarse a una normativa cada vez más exigente, avanzar en el proceso de digitalización y adaptación tecnológica, y enfrentarse a un entorno laboral cambiante, donde la captación y retención del talento se vuelve estratégica.
Perspectivas estables y necesidad de adaptación
El comportamiento del primer trimestre refuerza el papel de la distribución como pilar fundamental del ecosistema posventa. Con un crecimiento que mejora previsiones y una mayoría del sector en expansión, las bases para un 2025 con resultados positivos parecen sólidas.
Sin embargo, el éxito a medio y largo plazo dependerá de la capacidad del sector para adaptarse a un entorno de mercado cada vez más dinámico, competitivo y regulado. La apuesta por la innovación, la eficiencia y la gestión inteligente de los recursos será clave para afrontar el futuro con garantías.