Durante los meses de julio y agosto se inspeccionaron 450.617 vehículos en las estaciones de ITV madrileñas, de los cuales el 82,8% superó la inspección técnica a la primera. Este porcentaje se mantiene en cifras similares a las registradas el verano pasado, según datos del Archivo de Vehículos de la Comunidad de Madrid facilitados a la Asociación de Entidades para la Inspección Técnica de Vehículos de la región (Aema-ITV).
Rechazos por defectos graves o muy graves
El 17,2% de los vehículos fue rechazado tras la primera inspección, al detectarse defectos graves o muy graves que afectan directamente a la seguridad vial y al medio ambiente. En total, se contabilizaron 134.652 fallos graves en los meses de julio y agosto.
Las emisiones, principal motivo de rechazo
Los defectos en las emisiones contaminantes representaron el 29,8% de los rechazos, situándose como la principal causa de suspensión en la ITV. Estos fallos están directamente vinculados al cumplimiento de la normativa medioambiental y a la reducción de la contaminación en la capital.
Alumbrado y señalización: un riesgo para la seguridad vial
En segundo lugar, los fallos en alumbrado y señalización supusieron el 27,2% de los defectos graves. Desde Aema-ITV recuerdan que una iluminación deficiente reduce la visibilidad y aumenta el riesgo de siniestros, especialmente en condiciones de baja luminosidad o meteorología adversa.
Neumáticos y suspensión, otro punto crítico
Los defectos en ejes, ruedas, neumáticos y suspensión representaron el 18,5% de los rechazos. Se trata de un factor que puede comprometer la estabilidad y el control del vehículo, incrementando el riesgo de pérdida de adherencia y, en consecuencia, la probabilidad de accidente.
Un reflejo del estado del parque móvil
Estos datos confirman que, aunque la mayoría de los vehículos madrileños supera la ITV en la primera revisión, todavía existe un porcentaje significativo de automóviles con deficiencias graves que suponen un riesgo para la seguridad de conductores, pasajeros y peatones. La inspección técnica sigue siendo una herramienta esencial para garantizar que los vehículos que circulan por las carreteras cumplen las condiciones necesarias de seguridad y respeto al medio ambiente.




