Seis marcas concentran más del 94% de las matriculaciones: MG, BYD, Omoda, Jaecoo, Ebro y Leapmotor, nombres que han pasado en pocos años de ser anecdóticos a ocupar una posición destacada en los concesionarios españoles.
Una expansión más allá de la electromovilidad
Aunque las marcas chinas han sido asociadas a la transición hacia la electromovilidad por sus precios competitivos en modelos eléctricos, el estudio subraya que su éxito en España no se limita al vehículo electrificado.
Los fabricantes han sabido adaptarse al perfil del comprador español, que aún muestra preferencia por los motores de combustión e híbridos. De hecho, el 38% de sus ventas corresponde a modelos de gasolina, el 27% a híbridos enchufables (PHEV) y el 17% a eléctricos puros (BEV).
En conjunto, los modelos electrificados representan el 44% de sus ventas, un porcentaje relevante que, sin embargo, también explica su mayor depreciación en el mercado de ocasión, debido a la rápida evolución de la tecnología eléctrica y la caída progresiva del precio de los vehículos nuevos.
Los particulares, clave en el crecimiento
Otro de los factores determinantes del avance chino en España es el canal de venta. Casi el 70% de las matriculaciones de marcas chinas corresponde a compradores particulares, frente al 46,3% del promedio del mercado nacional.
Esto muestra un mayor nivel de confianza del cliente final en la oferta de estos fabricantes, gracias a precios competitivos, diseño atractivo y una creciente red de servicio posventa.
Rentabilidad y depreciación: luces y sombras
El informe también revela que, tres años después de su matriculación, un vehículo chino conserva el 60,7% de su valor inicial, frente al 65,5% de las marcas generalistas.
Esta diferencia se explica, según la entidad, por la presión tecnológica y la competencia de precios en el segmento eléctrico, factores que reducen el valor residual de estos coches en el mercado de segunda mano.
Aun así, su avance comercial es innegable, impulsado por una estrategia que combina tecnología, precio y diversificación de gama, aspectos que están modificando el mapa automovilístico español.
Un nuevo equilibrio en el mercado español
El desembarco de las marcas chinas en España marca un cambio estructural en la competencia del sector. Su capacidad para ofrecer modelos eléctricos y de combustión a precios atractivos está generando una presión añadida sobre los fabricantes tradicionales.
Mientras tanto, Europa observa con atención cómo el mercado español se convierte en un laboratorio clave para medir la aceptación del automóvil chino en el continente.




