viernes, 28 de noviembre de 2025

Europa da un paso adelante para abaratar la energía industrial y proteger la competitividad

La Comisión Europea ha anunciado un nuevo conjunto de medidas para reducir los precios de la energía y aliviar la carga que soportan tanto las industrias como los consumidores en el actual contexto económico. El objetivo es claro: preservar la competitividad europea en plena transición energética y evitar que los costes energéticos sigan lastrando la producción industrial.

La iniciativa llega tras meses de reclamaciones por parte de los sectores industriales más afectados. En España, la Alianza por la Competitividad de la Industria Española ha acogido con satisfacción el anuncio. Su portavoz, Carlos Reinoso, ha subrayado que “la Comisión reconoce de nuevo la gravedad del problema energético para la industria, así como la urgencia de actuar”.

Según Reinoso, la elevada carga fiscal y los gravámenes eléctricos, que en algunos casos superan un tercio del coste total, representan una barrera crítica para la competitividad y la supervivencia de sectores industriales esenciales.

Cinco ejes para reactivar la energía industrial

El plan europeo se estructura en cinco líneas de actuación orientadas a reducir costes, mejorar infraestructuras y acelerar la transición hacia fuentes más sostenibles sin perder empleo ni tejido productivo.

1. Refuerzo del marco de ayudas estatales

Bruselas insta a los Estados miembros a aprovechar al máximo el marco revisado de ayudas estatales (CISAF) para apoyar a las industrias intensivas en energía. Estas ayudas permitirán reducir los precios energéticos y acelerar la descarbonización del sector. La Comisión ofrecerá orientación específica antes de fin de año para facilitar su aplicación.

2. Inversión en redes y almacenamiento energético

Se fomentará el uso de fondos de cohesión no utilizados para reforzar las infraestructuras nacionales y los sistemas de almacenamiento energético. Los Estados miembros podrán presentar programas revisados antes de fin de año, con apoyo técnico directo de la Comisión Europea.

3. Impulso a los acuerdos de compra de energía (PPA)

La Comisión promueve los contratos de compraventa de energía a largo plazo (PPAs) como vía para dar estabilidad a precios y garantizar el suministro. En colaboración con el Banco Europeo de Inversiones (BEI), se ha lanzado un programa piloto de 500 millones de euros destinado a fomentar PPAs corporativos y reducir su riesgo financiero.

4. Aceleración de permisos y nuevas infraestructuras

La lentitud de los procesos administrativos sigue siendo un obstáculo para el despliegue de energías renovables y redes eléctricas. Por ello, el Ejecutivo comunitario impulsará el paquete de redes (“Grids Package”) y la iniciativa “Energy Highways”, que buscan acelerar los permisos y eliminar los cuellos de botella que ralentizan el desarrollo de proyectos estratégicos.

5. Diversificación del gas y alivio fiscal

La Comisión planea una nueva iniciativa de agregación de demanda de gas en Europa del Sudeste, con el objetivo de negociar acuerdos competitivos con socios fiables y garantizar el suministro energético. Asimismo, prepara recomendaciones para reducir los impuestos sobre la electricidad, que en algunos países representan hasta un tercio de la factura energética.

España, ante el reto de actuar con rapidez

La aplicación de estas medidas dependerá ahora de la capacidad de cada país para adaptarlas a su contexto nacional. En este sentido, Carlos Reinoso ha sido contundente: “España debe tomar decisiones valientes y revisar con urgencia la fiscalidad energética que penaliza a nuestras empresas. La industria no puede esperar más”.

La Alianza por la Competitividad insiste en que el futuro de la industria española pasa por un equilibrio entre sostenibilidad y competitividad, donde la transición energética no se convierta en un freno al crecimiento ni al empleo.

Con este paquete, Europa busca garantizar una energía más asequible, segura y limpia, consolidando su liderazgo industrial y protegiendo a las empresas que sostienen gran parte del empleo y la innovación del continente.