A medida que bajan las temperaturas, los talleres comienzan a recibir consultas sobre la conveniencia de cambiar las cubiertas antes de la llegada del invierno. Según explica Reynasa Recambios, partner de ASBOC, la elección entre neumáticos de invierno, de verano o todo tiempo depende principalmente del kilometraje, la zona de residencia y el tipo de vehículo.
En España, a diferencia de otros países europeos, el uso de neumáticos de invierno no es obligatorio. La normativa establece que solo deben montarse cubiertas con marcaje M+S (Mud and Snow) o usar cadenas cuando así lo indiquen las autoridades competentes. En caso de optar por cadenas, la velocidad máxima permitida es de 50 km/h.
Este contexto hace que muchos conductores opten por neumáticos todo tiempo, válidos durante todo el año, aunque las cubiertas invernales siguen siendo la mejor elección en zonas frías o de montaña, donde las condiciones meteorológicas son más exigentes.
Cuándo elegir neumáticos de invierno
Decidir si instalar neumáticos de invierno depende de varios factores:
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Kilometraje durante los meses fríos: cuanto mayor sea, más rentable resulta su uso.
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Lugar de residencia: recomendables en áreas donde las temperaturas bajan con frecuencia de los 7 °C o son habituales las nevadas.
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Tipo de vehículo: los coches más pesados o potentes se benefician especialmente del extra de adherencia que ofrecen estas cubiertas.
Además, es importante asegurarse de que el neumático cuente con el distintivo M+S o 3PMSF (Three Peak Mountain Snowflake), garantía de que está preparado para circular con seguridad en condiciones invernales y de que el vehículo cumple la normativa vigente en caso de controles o restricciones por meteorología adversa.
Principales características y beneficios
Los neumáticos de invierno están diseñados para mantener un comportamiento óptimo por debajo de los 7 °C, ofreciendo seguridad, estabilidad y tracción incluso sobre superficies húmedas o heladas.
Entre sus ventajas más destacadas:
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Compuesto más flexible, que conserva la adherencia en temperaturas bajas.
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Laminillas finas y profundas, que retienen la nieve y mejoran la tracción mediante el efecto “nieve sobre nieve”.
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Canales de evacuación amplios, que facilitan el drenaje del agua y reducen el riesgo de aquaplaning.
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Distancia de frenado menor, que puede reducirse hasta un 50 % respecto a un neumático de verano en carreteras cubiertas de nieve.
Estas propiedades no solo aumentan la seguridad, sino que también prolongan la vida útil del neumático de verano, ya que se evita su desgaste en condiciones para las que no está diseñado.
Un servicio estacional que refuerza la confianza en el taller
Aunque el invierno no comienza oficialmente hasta el 21 de diciembre, finales de noviembre es el momento ideal para recomendar la revisión o el cambio de neumáticos. Anticiparse a las bajas temperaturas permite ofrecer a los clientes un servicio preventivo de valor, reforzando la confianza y la fidelización.
Desde Reynasa Recambios destacan que esta revisión de temporada es una oportunidad para los talleres de asesorar a los conductores sobre la mejor opción según su tipo de conducción y entorno, garantizando seguridad y rendimiento durante todo el invierno.




