martes, 14 de junio de 2016

Consejos para potenciar y mejorar la relación con los clientes del taller en la campaña de verano

La llegada del verano conlleva una mayor actividad en los talleres. Gestionar adecuadamente ese mayor tráfico de automovilistas que buscan poner el coche a punto antes de las vacaciones es fundamental para garantizar una buena experiencia de taller.

Entre las recomendaciones que CONEPA, patronal de talleres a la que pertenece ASBOC, hace a los profesionales para gestionar adecuadamente esa mayor afluencia de clientes destacan:

1. Disponer de herramientas para dar valor a la comunicación con el cliente. La patronal aboga, entre otras medidas, por hacer llegar al usuario los principales datos relacionados con la Inspección Técnica de Vehículos en España, especialmente en lo relativo a los defectos graves y sus causas, así como a las tasas de rechazo en las estaciones, con los datos hechos públicos recientemente por AECA-ITV, la asociación que agrupa a las empresas del citado sector.

“Consideramos que esta es una información doblemente interesante: el taller debe conocerla no sólo a efectos de hacer mejor su trabajo, sino también para trasladarla a su cliente y concienciarle de la importancia de mantener responsablemente su vehículo”, señala Víctor Rivera, secretario general de CONEPA.

2. Recordar a los talleres los derechos de los consumidores cuando acuden al taller, especialmente la obligación de dar presupuesto y obtener su aceptación, emitir el resguardo de depósito y entregar la factura.

Todo ello garantiza no sólo minimizar el riesgo de problemas directos con el automovilista, sino también contar con armas para enfrentarse a los casos de abandono de vehículos en el taller, que también se incrementan en esta época.

3. Por último, y en un momento como el actual, en el que se produce un incremento en el número de operaciones de recarga de gas en los equipos de climatización, cabe recordar a los talleres que tengan en cuenta el impuesto aplicado al gas fluorado 134a. Su importe para este año es de 17,16 euros por kilo, el mismo vigente en 2015, pues, aunque debería haberse incrementado en este ejercicio, la Administración competente decidió a finales del año pasado no introducir modificaciones en base al hecho de que no haya un gas sustitutivo igual de eficiente y menos nocivo para la atmósfera.