Del total de las mujeres encuestadas, el 31% manifestó haber dejado de ir a un determinado taller al sentir que, efectivamente, habían estado pagando de más. Y además, ven con cierto temor discutir con el taller en caso de haber sido cobradas de más o cuando aumenta la factura con trabajos que no eran necesarios.
Por franjas de edad, las mujeres de 20 a 25 años son las que se sienten más vulnerables, según dicho estudio.
En el caso de los hombres ocurre algo parecido. Casi la mitad, el 47%, también indicó que tenían la impresión de que la factura había sido más abultada de lo que debiera. Y en este caso, los comprendidos entre los 56 a 70 años son los que confesaron, en su mayoría, tener la sensación de haber pagado de más.