miércoles, 9 de septiembre de 2020

Campaña de vigilancia de las medidas anti-COVID en los talleres madrileños

Los técnicos del Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo de la Comunidad de Madrid vuelven a poner sus ojos en los talleres de la región, en este caso para comprobar la implementación y cumplimiento de los protocolos anti-COVID. Estas inspecciones se integran dentro de una campaña de asesoramiento puesta en marcha en diferentes actividades con apertura al público.

En estas visitas, los técnicos comprueban el cumplimiento de las medidas establecidas en el Real Decreto Ley 21/2020, de 9 de junio, de medidas urgentes de prevención, contención y coordinación para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19. Entre estas medidas destacan las siguientes: 

  • Adopción de medidas de ventilación, limpieza y desinfección adecuadas a las características e intensidad de uso de los centros de trabajo.
  • Puesta a disposición de los trabajadores agua y jabón, o geles hidroalcohólicos o desinfectantes con actividad virucida, autorizados y registrados por el Ministerio de Sanidad para la limpieza de manos.
  • Garantía de mantenimiento de una distancia de seguridad interpersonal mínima de 1,5 metros entre los trabajadores. Cuando no sea posible, deberá proporcionarse a los trabajadores equipos de protección adecuados al nivel de riesgo.
  • Uso obligatorio de mascarillas por parte de los trabajadores aun cuando se pueda asegurar la distancia de 1,5 m entre ellos excepto: “En los centros de trabajo, exclusivamente cuando los trabajadores permanezcan sentados en su puesto de trabajo siempre que se pueda garantizar la distancia de seguridad interpersonal de, al menos, 1,5 m con otros trabajadores y/o usuarios de las instalaciones”.
  • Adopción de medidas para evitar la coincidencia masiva de personas, tanto trabajadores como clientes o usuarios, en los centros de trabajo durante las franjas horarias de previsible mayor afluencia.

Asimismo, los técnicos están realizando un cuestionario en el que analizan el protocolo de actuación y el aprovisionamiento de EPI, al mismo tiempo que anotan las necesidades de cambios en la organización del trabajo o los riesgos psicosociales en la convivencia y ambiente de trabajo desde el inicio de la pandemia.