Según las estimaciones realizadas por Faconauto, esta adaptación del impuesto habría impedido a Hacienda recaudar 105 millones de euros el mes pasado en concepto de impuesto de matriculación e IVA. Para la patronal de los concesionarios, si el Gobierno español hubiera prorrogado la moratoria aprobada en 2018, como han hecho países como Portugal, Italia o Francia, en enero se habrían vendido 36.000 vehículos más, por lo que la caída se habría situado en el 15%.
Desmovilización de la demanda
Desde los concesionarios aseguran que la subida del impuesto ha sido “la principal causa del descalabro de las matriculaciones el mes pasado”, a lo que también tenemos que unir “el impacto de la recaída de la pandemia y el final del plan Renove”. Según la entidad, “se ha desmovilizado la demanda, lo que, a vista de las cifras presentadas, está consiguiendo lo contrario de lo que debería ser una prioridad para que el automóvil sea una palanca de crecimiento en esta salida de la crisis: impulsar las ventas, seguir aportando a las arcas públicas y no detener ni la renovación del parque, ni la transición hacia una movilidad descarbonizada”.
Revertir la situación
La federación ha indicado que se puede revertir la situación si se buscan fórmulas para evitar el impacto que sobre los compradores está teniendo la subida del impuesto de matriculación, como sí se ha hecho en otros mercados de referencia, como son el italiano y el francés.
Además, y en esta línea, considera que utilizando los 200 millones de euros sobrantes del Plan Renove 2020 en una nueva edición, con alguna mejora, se contribuiría a frenar la tendencia negativa en la que se encuentra el sector y que, previsiblemente, se acentuará en este primer trimestre del año.