martes, 7 de septiembre de 2021

Otro motivo que podría explicar por qué utilitarios y compactos han perdido tanta cuota de mercado

No ha duda de que la vida es más cara hoy que a principios de siglo, pero, ¿cuánto? En el caso de España, a principios de 2002, cuando entró en vigor el euro, el litro de leche se vendía en España a 0,5 euros, y hoy a 0,7 euros de media; la barra de pan ha pasado de costar 27 céntimos a rondar los 60; un café ha subido de los 0,7 euros a 1,2 de media; una entrada de cine costaba entonces 3,6 euros, y ahora unos 7 euros; un menú del día ha subido de 6 a 11 euros de media, y un billete de metro de 10 viajes en Madrid ha pasado de 5 a 12,2 euros.

Esa subida generalizada de los precios se produjo en un primer momento por el llamado 'efecto redondeo' al convertirlos de la peseta al euro, momento que fue aprovechado por muchas empresas para subir sus tarifas, en parte para cubrir los costes derivados de la conversión: nuevo etiquetaje, cambio en la contabilidad, adaptación de las cajas y las máquinas expendedoras, etc... Según el Instituto Nacional de Estadística (INE),  sólo entre enero 2002 y noviembre de 2016 el IPC subió un 36%.

Por ello, no es de extrañar que en el sector del automóvil los datos demuestren que los coches, en general, sean también más caros... y mucho, en comparación con los precios de aquel 2002. En concreto, los compactos (segmento C) han aumentado su precio un 63%, mientras que los utilitarios van a rebufo con un encarecimiento del 59%. 

Los cálculos salen de un estudio elaborado por la revista alemana Automobilwoche, que ha realizado una media del coste de los coches de varios segmentos tomando como referencia las cifras de 2002 y las de 2020. Huelga decir que han crecido de manera considerable (y eso que en Alemania la inflación no ha sido tan elevada como en España).

Precios disparados

El segmento que ha experimentado un mayor aumento de sus precios, según dicho estudio, es el de los compactos, que a principios de los 2000 tenían un coste medio de 18.400 euros y que, a día de hoy, se sitúan ya en 30.000 euros

El estudio señala que la irrupción de los coches eléctricos es culpable en parte de que se hayan “inflado” los datos pero también a punta que, si se excluye a los modelos de cero emisiones, el aumento sigue siendo de un 53%.

En segundo lugar, están los utilitarios, que también han experimentado una subida de precios importante, pasando de los 13.000 euros que costaban en 2002 a los 21.000 euros en la actualidad. Es decir, hablamos de un aumento del 59%.

Hay que señalar que el estudio no tiene en cuenta la inflación, factor que, si se introdujese en los cálculos, reduciría en parte la proporción de subida, pero a pesar de ello seguiríamos hablando de unos coches actuales más caros.

Los motivos...

La razón de todo esto estaría en dos factores. El primero, más obvio y el segundo, quizá ,no tanto. Por un lado, los coches modernos son mucho más tecnológicos y tienen unos costes de desarrollo más elevados, lo que hace que la media de precios aumente. 

Por otro, desde el estudio apuntan a que cada vez más gente opta por versiones y niveles de acabado más altos y completos, en detrimento de los de acceso, lo que también contribuye a que el precio de la factura sea más elevado.

Durante 2020, los compactos más comercializados en el mundo fueron, por este orden, el Volkswagen Golf, el Toyota Corolla, el Ford Focus, el Seat León y el Nissan Pulsar, que aunque ya no se comercializa en España, mantiene su atractivo en otros mercados.