jueves, 3 de julio de 2025

Diagnóstico en el taller del funcionamiento del aire acondicionado: consejos clave

Con la llegada del calor, poner el aire acondicionado o climatizador del coche y comprobar que no funciona correctamente es una de las averías más habituales en los talleres entre mayo y septiembre. Durante el resto del año, este sistema permanece en gran parte olvidado, pero basta con que suban las temperaturas para que los problemas relacionados con su funcionamiento se multipliquen.

Por eso, una revisión completa en el taller es esencial para detectar posibles fallos o garantizar su correcto estado de cara al verano. Según Reynasa Recambios, partner de ASBOC, los profesionales del taller ya pueden sospechar de una avería si el vehículo presenta alguno de los siguientes síntomas:

  • El aire no enfría adecuadamente.

  • El caudal de aire es escaso.

  • Al encender el sistema, se percibe un olor desagradable, similar al de la humedad.

  • Tarda en desempañar los cristales.

  • Se escucha un ruido anormal al activarlo o durante su funcionamiento.

La carga de gas no siempre soluciona el problema

Uno de los motivos más frecuentes por los que el sistema deja de funcionar correctamente es la pérdida de gas refrigerante. Sin embargo, realizar una simple carga no garantiza la reparación. Puede tratarse de una fuga, un filtro del habitáculo obstruido o sucio, o incluso un fallo mayor que requiera una intervención más profunda.

Por ello, los expertos de Reynasa Recambios aconsejan acudir al taller ante el menor indicio de fallo, donde el mecánico podrá realizar un diagnóstico completo revisando el estado de los obuses, la estanqueidad de las tuberías, el compresor, la válvula de expansión, el condensador y el filtro del habitáculo. Este último, además, debe sustituirse periódicamente, ya que es la única garantía de respirar un aire limpio en el interior del vehículo, donde la contaminación puede llegar a ser hasta cinco veces mayor que en el exterior.

Recargar el aire acondicionado cada dos años: buena práctica y señal de salud del sistema

Con el paso del tiempo, es normal que el circuito pierda gas de forma progresiva. En estos casos, se recomienda una recarga, que consiste en recuperar el gas y el aceite antiguo para su reciclaje, eliminar la humedad, comprobar la estanqueidad, y cargar gas nuevo con su correspondiente aceite, finalizando con una comprobación del rendimiento del sistema.

Los expertos recomiendan realizar esta operación cada dos años. Si es necesario hacerlo con mayor frecuencia, probablemente se deba a una avería que deberá evaluarse en el taller.