La reducción de la jornada laboral aprobada recientemente por el Consejo de Ministros podría tener un efecto directo en los precios de los talleres de reparación de vehículos en España. Según cálculos de Solera, compañía especializada en soluciones tecnológicas para la gestión de siniestros y reparaciones, los talleres necesitarían incrementar el precio medio de la mano de obra en un 4,6% para compensar la menor cantidad de horas trabajadas.
Subir precios para equilibrar la facturación
El análisis de Solera parte de un escenario práctico basado en el convenio laboral vigente y un precio medio de 45 euros por hora, una cifra estándar en operaciones de carrocería. Con la futura reducción de la jornada, que recortaría 80 horas anuales por trabajador, la tarifa media debería situarse en 47,15 euros/hora para que los talleres mantengan su nivel de facturación previo al ajuste horario.
Una subida que se suma a la presión de los recambios
Este posible aumento en el coste de la mano de obra llega en un contexto complicado para el sector. El precio de los recambios, que representa el 60% del coste total de una reparación, ya se ha encarecido un 3,4% en 2024. Por lo tanto, la combinación de menos horas trabajadas y piezas más caras repercutiría directamente en la factura final para los clientes.
Talleres pequeños, los más vulnerables
España cuenta con más de 30.000 talleres, la mayoría microempresas y pymes con una plantilla media de apenas dos técnicos por centro. Esta estructura hace que los negocios de menor tamaño sean los más sensibles a cualquier reducción de horas de trabajo, ya que disponen de menos margen para redistribuir tareas o asumir costes adicionales sin trasladarlos al cliente.
Un escenario de mayor presión para el cliente final
La aprobación definitiva de esta medida aún debe pasar el trámite del Congreso, pero el sector de la reparación se prepara para afrontar un posible encarecimiento progresivo de las reparaciones. Con la inflación generalizada y los costes del recambio en aumento, los talleres deberán ajustar tarifas para garantizar su viabilidad sin sacrificar la calidad del servicio.
¿Cómo afectará este cambio a la relación entre talleres y clientes? El tiempo lo dirá, pero todo apunta a que la sostenibilidad del negocio pasará por trasladar parte de los sobrecostes al precio final de cada intervención.