La Inteligencia Artificial avanza a toda velocidad, conquistando oficinas, fábricas y hasta vehículos. Sin embargo, en el mundo del posventa de automoción, hay oficios que resisten firmes. No importa cuántos algoritmos se diseñen ni cuán sofisticados sean los robots: hay habilidades humanas que siguen siendo irreemplazables.
Un estudio de Microsoft Research lo confirma: montadores de vidrios, reparadores de neumáticos y mecánicos especializados figuran entre las profesiones menos amenazadas por la automatización, con porcentajes de riesgo prácticamente simbólicos.
Vidrios: un trabajo de precisión quirúrgica
Colocar un parabrisas no es solo cuestión de encajar cristal y pegamento. Es una tarea de precisión milimétrica, tacto experto y conocimiento técnico. Un error mínimo puede comprometer la seguridad del vehículo, inutilizar un airbag o provocar filtraciones.
Y el reto crece con los coches actuales: la sustitución de vidrios en vehículos con sistemas ADAS implica recalibrar sensores y cámaras según protocolos de cada fabricante. Una tarea en la que la experiencia del técnico sigue siendo insustituible.
Neumáticos: donde el ojo humano sigue mandando
Aunque pueda parecer sencillo, reparar o sustituir neumáticos es mucho más que girar una llave. Desgaste irregular, llantas dañadas, condiciones de uso y validación visual en tiempo real convierten este trabajo en un desafío constante.
Los algoritmos aún no pueden reproducir la capacidad de improvisación ni el juicio práctico que un reparador de neumáticos aplica en segundos. Por eso, esta profesión aparece en el ranking de las más seguras frente a la IA.
Mecánicos especializados: maestros de lo imprevisto
Los diagnósticos digitales ayudan, pero ningún software sustituye la intuición y el ingenio de un mecánico experto. Estos profesionales son capaces de interpretar síntomas no estandarizados, encontrar fallos inesperados y dar soluciones creativas en situaciones límite.
Además, muchos trabajan en servicios móviles, donde la decisión rápida y la adaptabilidad marcan la diferencia entre quedarse tirado o volver a la carretera.
El valor del toque humano
La IA puede acelerar procesos, pero no logra replicar destreza manual, sensibilidad táctil ni experiencia acumulada durante años de práctica. Por eso, en el posventa, hay oficios que seguirán siendo profundamente humanos.
Mientras las tareas repetitivas son absorbidas por la automatización, las profesiones que combinan técnica, criterio y manos expertas seguirán siendo un pilar esencial del sector.




