martes, 14 de octubre de 2025

GNC y GNL: cómo los coches a gas se abren paso en la movilidad del futuro

Los coches a gas natural vehicular (GNV) se posicionan como una alternativa cada vez más relevante en el sector de la movilidad. Aunque todavía no alcanzan la popularidad de los eléctricos o híbridos, su desarrollo está estrechamente ligado a la reducción de costes de combustible, las bajas emisiones contaminantes y la expansión de la infraestructura de repostaje. Para los talleres mecánicos, conocer esta tecnología no solo es una oportunidad, sino también una necesidad de adaptación.

La información que aquí se recoge procede de Moeve (antes Cepsa), partner de ASBOC, compañía que trabaja activamente en la expansión de la red de estaciones de servicio de GNV en España.

¿Qué son los coches a gas y cómo funcionan?

Los vehículos a gas utilizan gas natural comprimido (GNC) o gas natural licuado (GNL) como combustible. Incorporan tanques especiales y sistemas de inyección adaptados que permiten al motor quemar gas de forma eficiente, reduciendo emisiones y manteniendo un rendimiento muy similar al de los coches de gasolina.

En muchos casos, es posible adaptar un vehículo de gasolina a GNV mediante un kit que se instala en un taller autorizado en apenas 24 a 48 horas. Este proceso incluye la incorporación de un tanque, tuberías, válvulas de seguridad y un sistema de control electrónico.

Tipos de gas: GNC y GNL

  • GNC (Gas Natural Comprimido): se almacena a alta presión (200–250 bares) en tanques cilíndricos. Está pensado para recorridos urbanos o de media distancia y resulta habitual en taxis, autobuses o flotas de reparto.

  • GNL (Gas Natural Licuado): se enfría a -162 °C y se transporta en estado líquido, lo que multiplica la autonomía. Es la opción más utilizada en camiones de mercancías y transporte de larga distancia.

Ventajas de los coches a gas

  • Ahorro en combustible: el precio del gas natural es inferior al de la gasolina. Un vehículo adaptado puede ahorrar 3,60 € cada 100 km frente a la gasolina convencional.

  • Menor impacto ambiental: los coches GNV emiten menos partículas y óxidos de nitrógeno, además de reducir la huella de carbono.

  • Acceso a incentivos: en muchas comunidades existen beneficios fiscales y ayudas a la compra o adaptación de vehículos a gas.

  • Infraestructura en crecimiento: compañías como Moeve ya cuentan con 12 estaciones de servicio de GNV en España, con planes de expansión para facilitar el repostaje.

Retos y consideraciones

  • Autonomía y rendimiento: aunque es algo inferior a la gasolina o el diésel, la diferencia se está reduciendo gracias a la mejora en los sistemas de almacenamiento.

  • Coste inicial: la adaptación de un vehículo oscila entre 1.500 y 3.000 €, mientras que los modelos nuevos con GNV suelen tener un sobrecoste frente a versiones de gasolina.

  • Percepción del mercado: aún existen dudas y desconocimiento entre los conductores, lo que requiere labor de divulgación y formación.

Oportunidades para los talleres mecánicos

Los talleres se encuentran ante un nuevo campo de especialización. La adaptación de vehículos a GNV, el mantenimiento de sistemas de inyección específicos y la revisión de tanques de gas abren la puerta a nuevas líneas de negocio y fidelización de clientes.

Además, la posibilidad de instalar compresores domésticos para repostar en casa añade un área adicional de servicio técnico especializado. La capacitación de los profesionales será clave para atender esta demanda de forma segura y eficiente.