Los datos de Solera sitúan en 12 años la edad media de los vehículos que acuden al taller en España. Una cifra que resume, en apenas una frase, la advertencia que José Luis Gata —responsable de desarrollo de negocio de Solera España— lanzó con humor durante su intervención en la V edición de expoGanvam: “Los coches de hoy no son chinos ni eléctricos, son viejos”.
Dónde son más veteranos los coches que se reparan
Las diferencias entre comunidades autónomas son significativas. Según Solera, las regiones donde los vehículos llegan más envejecidos al taller son:
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Murcia y Navarra (12,5 años)
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Asturias (12,4 años)
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Baleares (12,2 años)
Les siguen otras tres comunidades por encima de la media nacional:
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Galicia (12,1 años)
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Comunidad Valenciana (12,03 años)
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Andalucía (12 años)
Por debajo del promedio se encuentran:
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Extremadura (11,9 años)
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Madrid (11,8 años)
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Cantabria (11,7 años)
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Castilla y León (11,6 años)
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Cataluña, País Vasco y Castilla-La Mancha (11,5 años)
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La Rioja (11,4 años)
Los coches más jóvenes que pasan por el taller están en Aragón (10,6 años) y, especialmente, en Ceuta y Melilla (9,8 años).
Este envejecimiento progresivo del parque evidencia un problema estructural: cuanto más se retrasa la renovación, más presión recae sobre los talleres y más se alejan los avances en seguridad y eficiencia energética.
Inmigración: medio millón de coches en potencial de demanda
Más allá del diagnóstico, Solera identifica una oportunidad clara para el sector. La población inmigrante en España puede suponer un potencial de compra superior al medio millón de vehículos, de los que dos tercios serían coches de ocasión (VO) y el resto vehículos nuevos (VN).
Según las previsiones del INE, España crecerá en cinco millones de habitantes en los próximos 15 años, y la inmigración será el principal motor demográfico. Se estima la llegada de unos 450.000 nuevos inmigrantes al año hasta 2039.
Un dato especialmente relevante: el 75 % de los inmigrantes se encuentra en la franja de 20 a 60 años, la más activa en términos de conducción y adquisición de vehículos.
Además, gran parte de los países de origen (Marruecos, Colombia, Ecuador, Rumanía, Bolivia, Argentina, Reino Unido o República Dominicana) cuentan con acuerdos de convalidación del permiso de conducir, lo que facilita el proceso administrativo y acelera su incorporación como conductores.
Aun así, el tipo de vehículo elegido dependerá de factores como la renta disponible o el nivel educativo, lo que refuerza el atractivo del mercado de ocasión por su mayor accesibilidad económica.
La demanda femenina: un gigante dormido
Otra de las palancas de crecimiento analizadas por Solera es la demanda femenina. En España, las mujeres son el 51 % de la población, pero solo el 43 % dispone de carnet de conducir.
Incluso entre quienes lo tienen, no todas conducen. Según datos de Unespa, 8,5 millones de mujeres figuran como titulares de un seguro de coche, lo que deja 3,7 millones de potenciales conductoras que podrían incorporarse al mercado en los próximos años.
Para Solera, esta brecha representa una oportunidad estratégica tanto para el mercado de nuevos como de usados: activar este segmento podría contribuir de manera decisiva a dinamizar un sector que convive con un parque envejecido y una transición tecnológica a medio gas.
Una oportunidad con dos vectores clave
La conclusión es clara: el mercado automovilístico español se sitúa ante un escenario donde el envejecimiento del parque, la entrada de nuevos conductores inmigrantes y la activación de la demanda femenina podrían redefinir las dinámicas de venta y posventa.
Según José Luis Gata, la combinación de estos factores puede convertirse en un impulso significativo para concesionarios, talleres y empresas del sector, siempre que se adapten a los nuevos hábitos y perfiles de cliente.




