miércoles, 17 de abril de 2019

¿Son un negocio real para los talleres los coches híbridos de GNC?

El gas natural está dejando de ser el gran desconocido entre las diferentes opciones mecánicas que se ofrecen hoy en día en el mercado y sus ventas crecen con fuerza. El GNC es la solución tecnológica más barata para el consumidor, según un estudio realizado por The European Consumers Organization (basado en el uso de un vehículo compacto durante 11 años recorriendo 12.900 km anuales).

A esto hay que añadir que en 2018 se matricularon en España 5.745 vehículos de gas natural, un 146% más que en 2017. 3.798 de ellos fueron automóviles de GNC, por los 1.431 que se comercializaron en 2017. Y que 21 de las 52 capitales de provincia ya cuentan con una 'gasinera' en su entorno urbano o en su periferia, a no más de 30 km.

De esta forma, el parque de vehículos de gas natural en España ha pasado de 8.471 unidades en 2017, a 14.216 en 2018, con un incremento del 68% (según datos de Gasnam). El parque de turismos es de alrededor de 7.000 unidades, con un incremento del 150% respecto al año anterior. El resto se reparte entre 3.407 a camiones de GNC y GNL, cerca de 2.000 furgonetas y 2.600 autobuses.

Si bien es una motorización aún residual en cuanto a matriculaciones, las expectativas señalan que será un motorización que tendrá un importante aumento en el parque en los próximos años. Por eso, los talleres pueden tener ahí una opción de negocio, más si cabe cuando uno de los aspectos clave en los próximos años para los negocios de reparación estará en la especialización.

¿Qué es el GNC?

El GNC, o gas natural comprimido, en esencia metano, es una alternativa real para el funcionamiento de automóviles. El gas natural comprimido es el de menores emisiones contaminantes (dióxido de carbono, óxidos de nitrógeno, partículas, monóxido de carbono), además del más ventajoso económicamente hablando para los conductores.

Los coches a GNC son bifuel, es decir, tienen dos depósitos de combustible, uno de la gasolina, y otro de gas, y pueden funcionar en cualquier momento consumiendo uno u otro.

¿Cómo es su mecánica?

Así, la mecánica de los vehículos de gas es muy similar a la de los coches tradicionales con motor de combustión. Bujías, filtros... son sólo algunos de los componentes que más 'familiares' pueden sonar para un taller. Normalmente el plazo para las revisiones periódicas de un coche a GNC es el mismo que para un coche de gasolina, y dependerá de cada modelo, pero será alrededor de cada 15.000 o 20.000 km. El aceite del motor y el filtro de aire de admisión deben sustituirse puntualmente. Además, incorporaun filtro de gas que también debe sustituirse (cada 90.000 km normalmente).

En cuanto a posibles averías, el gas natural deja menos depósitos en inyectores y válvulas, por lo que el motor se mantiene más limpio que en otros de combustión, y se minimizan los problemas de obstrucción en los inyectores. Además el índice de octano del GNC es de alrededor de 115, con lo que la autodetonación es menor, que no solo aporta un menor ruido y vibraciones, sino que se reduce el picado de biela.

Lo único que los diferencia de un coche de motor diésel o gasolina 'puro' es la revisión de ITV, donde se tiene que certificar la estanqueidad del sistema de gas y, cada 4 años, realizar una inspección visual de los depósitos en un taller especializado.

En este sentido, conforme a la homologación europea ECE R110 relativa al GNC para automóviles, además de las revisiones pertinentes como coche de gasolina, cada cuatro años es necesario una revisión del tanque y de las conducciones de gas (tomando como referencia la fecha de fabricación del tanque de gas), mediante un control GFBM normalizado. Además, esta regulación ECE R 110 especifica que los tanques de acumulación de GNC en automóviles tendrán una vida útil máxima de 20 años.

Si el coche está preparado de fábrica para utilizar GNC, no hay nada especial que hacer para utilizarlo o para pasar la ITV, con la misma periodicidad que si el coche fuera solo de gasolina. Si el coche se adquirió sin estar preparado de fábrica para utilizar GNC, y se realiza una adaptación a posteriori en un taller especializado, una vez completada la instalación se debe registrar y aprobar la modificación en la ITV, aportando la documentación técnica correspondiente (que facilita el propio instalador).