miércoles, 21 de agosto de 2019

Faros en mal estado: hasta un 40% menos visibilidad por la noche y posibles problemas en la ITV

El paso del tiempo, de forma general, juega en contra de muchos de los elementos y sistemas que equipa nuestro automóvil, y los faros, uno de los elementos fundamentales del sistema de iluminación del coche, no son ajenos al desgaste que provoca su uso y exposición a los agentes externos. Un desgaste que se hace perceptible a medida que las ópticas adquieren un tono amarillento y opaco que afecta a la calidad de la iluminación y la visibilidad por la noche y que, por lo tanto, puede ser calificado como defecto leve -incluso grave si el faro está en muy mal estado- en la ITV. Para devolverles sus prestaciones originales en términos de iluminación, y por tanto de seguridad, y evitar un veredicto desfavorable en la prueba de inspección, el automovilista puede recurrir a su taller de confianza para restaurar los faros, devolviéndoles sus prestaciones, o sustituirlos.

Como automovilistas y profesionales responsables, hemos de ser conscientes de que los faros se desgastan y arañan debido a los pequeños impactos y el deterioro general al que se ven sometidos durante la conducción. Además, la exposición a la intemperie deteriora su protección ultravioleta (UV) confiriéndoles un tono amarillento que compromete la calidad de la iluminación y que llega a reducir hasta un 40% la visibilidad por la noche, recuerdan los expertos en iluminación de Philips. Por eso, no es de extrañar que la ITV dedique un apartado específico a comprobar el estado en que se encuentran los grupos ópticos de nuestros automóviles y su efecto en la calidad de la luz emitida.

Por ello el Manual de Procedimiento de Inspección de Estaciones de ITV contempla que los vehículos turismos y comerciales ligeros (categorías M y N, respectivamente) que se sometan a la inspección deberán contar con dos o cuatro luces de carretera (hasta 6 en vehículos de la categoría N3; vehículos de mercancías de más de 12 toneladas), y dos luces de cruce, que obligatoriamente habrán de emitir luz blanca. Durante la inspección, entre otros aspectos, el técnico comprobará, además de la calidad de la luz emitida, si el estado de los dispositivos es correcto o defectuoso, si dicho estado afecta a su función, o existe riesgo de desprendimiento. Así, y dependiendo del grado de mantenimiento de los faros, el técnico de la ITV podría calificar su estado como defecto leve -o incluso defecto grave-, mientras que un color no reglamentario en la luz emitida automáticamente merecerá la calificación de defecto grave.