jueves, 28 de julio de 2022

Envejecimiento del parque: uno de cada diez vehículos de ocasión vendidos tiene más de 20 años

El coste de vida no para de subir en España y en buena parte de Europa: combustible, electricidad, comida… Todo está mucho más caro que hace solo unos meses, y lo peor es que la situación no parece que vaya a cambiar a corto plazo. 

Este hecho está derivando en el empobrecimiento de muchos hogares que ven casi prohibitivo el precio del mercado actual. Si eso lo trasladamos al mercado de los coches usados, vemos de forma clara que el fenómeno de los coches ‘mileuristas’ que apareció con la crisis de 2008 está volviendo a coger fuerza. Así lo reflejan al menos los datos de la consultora MSI para Sumauto.

En concreto, los registros manifiestan que las ventas de vehículos de más de 20 años crecieron un 18% en el primer semestre de 2022, y uno de cada 10 coches vendidos en el mercado de ocasión arrastra ya dos décadas a sus espalda. Lo cierto es que la diferencia de precio entre uno de estos vehículos viejos y uno nuevo es abismal. De hecho, también hay cada vez más diferencia entre un usado joven y uno recién salido del horno. 

Precios altos en VN...y VO

Actualmente, según MSI, un usado se sitúa en los 17.561 euros de media, mientras que uno nuevo se mueve en un promedio de 20.500 euros. Esto choca frontalmente con la Encuesta de Condiciones de Vida del INE, con la llamada tasa de riesgo de pobreza o exclusión social AROPE, que concluye que un 27,8% de los españoles está inmerso en alguna de estas tres situaciones: riesgo de pobreza, carencia social y material severa y/o baja intensidad en el empleo.

También, choca con el objetivo de electrificar el parque circulante, ya que a nadie se le escapa que los modelos con las tecnologías de propulsión más novedosas son aún más caros. Por lo tanto, no es de extrañar que todavía haya en nuestro país más de un 15% de vehículos que se compraron en pesetas

"Además de la autonomía y la falta de infraestructura de recarga, el precio es una de las grandes barreras a superar con el eléctrico. Corremos el riesgo de una España a dos motorizaciones donde la diferencia esté en la renta y la capacidad del bolsillo y, con ello, de fomentar lo que podríamos denominar pobreza automovilística", aseguran desde Sumauto.